La naturaleza de la vida es la abundancia, la belleza, la armonía y el libre flujo en cualquiera de sus manifestaciones. La energía vital que da vida tienes sus propios medios para perpetuar estas condiciones. El ser humano, magnífica creación de la energía vital cósmica, está dotado con todo para manifestar y disfrutar de la vida; en realidad se le podría considerar a la experiencia humana una forma para vivir la propia energía de la cual está hecha. La sanación es un proceso natural, íntegro en la vida misma, es el permiso que nos otorgamos para continuar nuestras vidas con plena conciencia de que venimos a experimentar, a crear y que siempre tendremos a nuestro favor esta cualidad de la naturaleza: Sanar.
La sanación es un proceso interior que se manifiesta exteriormente; la sanación tiene un reflejo externo gradual que empieza con la sensación hasta llegar a visibles cambios materiales. Sin importar cual medio se lleve a cabo conscientemente para la sanación, ésta siempre esta trabajando por si misma para mantener la prosperidad del ser de una forma innata. Encontramos que muchos de estos procesos naturales de sanación son aceptados como algo normal en la vida, mientras que otros ni siquiera le damos la importancia debida o erróneamente los catalogamos e identificamos con valores sociales. La ciencia médica reconoce la importancia del sueño como factor de salud, y del insomnio como un factor de desequilibrio nervioso. El sueño es uno de los mecanismos de autosanación con el cual nacemos y aun siendo reconocido científicamente, muchas veces se pasa por alto.
Aquí quiero hacer hincapié en otro mecanismo de autosanación llamado bostezo, al cual se le ha relacionado como un indicativo de cansancio, de flojera y aburrimiento, es mal entendido socialmente y por lo tanto reprimido la mayoría de las veces que se presenta. Muchas personas no han tomado la decisión conciente para realizar alguna actividad que acelere su sanación, así como también inconscientemente no permiten la autosanación de su propio ser al reprimir sensaciones naturales en su cuerpo. Muchas de las prácticas orientales nos hablan de elevar la conciencia, lo cual creo es poner en práctica la información que tenemos a nuestro alcance y permitirnos ser. Antes de explicar el efecto curativo del bostezo, quiero decir que el suspiro también forma parte de la familia de la autosanación; podemos considerarlo el primo del bostezo y en muchos procesos de sanación van de la mano. Entonces ¿Qué es lo que esta pasando cuando bostezamos? El primer efecto es de liberación emocional o liberación del estrés; es simple constatar este efecto ya que cualquiera que se permite bostezar siente inmediatamente tranquilidad y relajación.
El reacomodo o flujo energético es la base de todo esto; el bostezo indica que la energía se está reacomodando, que nuevamente fluye y se estabiliza. Entre más se permite el bostezo y se deja salir naturalmente, se pueden percibir sensaciones físicas como hormigueos o pequeñas descargas eléctricas, tomando conciencia tangible de la energía que se está reacomodando. Aunque el bostezo indique liberación de estrés y reacomodo energético, no significa que siempre seas consciente de que liberas, simplemente es un mecanismo que te permite seguir con tu vida en salud y armonía.
Mucho del estrés que se presenta en la gente viene acumulado durante años y es por eso que mecanismos naturales como el bostezo pueden tener prioridad en la vida permitiéndolo en cualquier momento que se presenten, pues de forma natural se está liberando carga emocional y sanando tu ser independientemente de que hagas cualquier tipo de ejercicio o terapia, de hecho, el bostezo puede venir en tus practicas conscientes de sanación: Al estar caminando, en tu clase de yoga, en algún tipo de terapia, etc. Simplemente significa que estas sanando y que al dejar que salga el bostezo te das permiso de que así sea.
El cuerpo habla por sí solo y habla con la verdad actual de cada ser, así que al tapar la boca o reprimir el bostezo, se esta diciendo NO a la sanación, lo que estaba por moverse se queda estancado y se acumula, y sin saberlo se cierra la puerta a una herramienta de autosanación. Hay personas que con el tiempo ya no pueden llorar, se sienten como que algo debe salir, pero simplemente ya no sale. Tenemos toda la capacidad y medios naturales para sanar, pero en la mayoría de los casos la represión consciente cierra esos caminos de sanación innata. Es por eso que con la ayuda de un terapeuta, en sesión o en alguna experiencia inusual, se vuelve a llorar, se suspira o se bosteza, pues las puertas se vuelven abrir y la inteligencia infinita del ser sana y repara todo para que continuemos en la aventura de la vida.
El bostezo no es aburrimiento sobre alguna plática o sobre alguna persona, la información que también es energía está siendo captada por tu cerebro, y muchas veces resulta nueva y desafiante, entonces el bostezo es el resultado de lo que podríamos llamar digestión mental. El bostezo podría catalogarse como un pranayama dentro de la filosofía yóguica, pues es una forma de oxigenación la cual te da energía vital o prana; simplemente te da lo que necesitas para vivir: oxígeno. Por el mal enfoque mental o por razones emocionales las personas dejan de respirar sin ser consciente de esto, y de repente bostezan o suspiran de una forma muy marcada, en realidad lo que sucede es que el cuerpo sabe que sin oxígeno la vida no continuaría en su forma física, así que hace lo que sabe hacer, mantener la vida, esperando así a que el dueño de dicho cuerpo decida vivir conscientemente.
El bostezo también indica que la ley de vacío está puesta en marcha. Siendo breve y apoyándome en la explicación de liberación emocional, esto significa que si se liberó estrés entonces se creó espacio para algo nuevo. Aquí nos podemos dar cuenta que el catalogar o afirmar sobre un sentir trae una canalización de energía. Si bostezo y después se piensa ¡qué cansado estoy! o ¡qué aburrido me siento! en ese vacío que tenemos introducimos un nuevo dato, energía que llevará a cabo la realización de dicha experiencia tras la canalización verbal o mental. La energía acumulada que se reacomoda y fluye nuevamente se puede aprovechar para canalizarla de una forma sana y positiva. Entonces, una sensación, en este caso el bostezo, ya sabemos que se está liberando estrés, energía estancada que fluye nuevamente y con gran emoción, ya que sabemos qué está pasando realmente y podemos decir que estamos sanando para dar paso a la salud radiante.
A mis amigos, alumnas y clientes siempre les recomiendo dejar que el bostezo salga libremente, soltar el cuerpo completamente, darle prioridad sobre cualquier actividad que se esté efectuando, sabiendo que se está autosanando de forma natural y sencilla, y como ahora tenemos espacio por la liberación, afirmar salud en el ser, y esto es tan fácil como bostezar holgadamente, con los brazos completamente relajados a los costados, dejarse llevar sin importar como se mueva el cuerpo, disfrutarlo completamente sin interrumpirlo, hasta el final; después inhalar, exhalar y decir o pensar: “PAZ”; deja que las imágenes, sonidos o sensaciones de esta palabra lleguen a ti, cierra tus ojos si así lo deseas y deja que las sensaciones te inunden. También puedes ir a un recuerdo que te haga sentir muy bien, feliz o lleno de energía.
Sin importar que esté pasando en tu vida, que estés haciendo por ti, donde estés y como estés, la vida siempre esta contigo a la espera de que elijas lo que deseas, sin juicios, sin culpas, sin miedos, siempre a tu lado, siempre sanándote y ayudándote a prosperar.
Deseo te des permiso de sanar y permitir que la inteligencia divina de tu ser haga su trabajo: la vida.
Que así sea por siempre.
